¿Por qué en los viejos tiempos ponían ajo debajo de la almohada por la noche?
Hoy es costumbre reírse condescendientemente de las costumbres de la antigüedad: ¡qué poco sabían entonces y cuánto en nuestro siglo! Pero de alguna manera la sabiduría de los antepasados es innegable.
Por ejemplo, tomemos el ajo común. Como saben, ahuyentaron gloriosamente a los vampiros.
Y también lo pusieron debajo de la almohada. Pensaremos en el valor del primero, si la existencia de chupasangres con colmillos está científicamente probada, pero del segundo, tomé nota.
El hecho es que durante las horas de sueño, el cuerpo humano es muy vulnerable: todas las fuerzas se lanzan a la restauración de sus recursos, una especie de reinicio del sistema nervioso. Los médicos admiten que las condiciones del sueño determinan qué tan susceptible es una persona a las enfermedades crónicas, qué tipo de capacidad de trabajo, apetito e incluso estado de ánimo tiene durante el día.
Hay consejos bien conocidos para ventilar la habitación antes de acostarse o encender velas aromáticas. ¿Qué es el ajo? ¡Una poderosa fuente de sustancias volátiles, aceites esenciales!
Los experimentos han confirmado que los fitómidos liberados por él desinfectan el aire de muchos microorganismos patógenos. Esto significa que cuando se acuesta cerca de su cabeza, durante la noche, se reduce la probabilidad de contraer algo infeccioso.
Esto es especialmente cierto para el invierno y la temporada baja, cuando la gripe acecha a cada paso.
Además, la composición química del ajo contiene compuestos de zinc y azufre, que contribuyen a la relajación del cuerpo cansado, ayudando a dormir más fácilmente.
Hay otra sustancia en el ajo: el sulfóxido de alicina. Los científicos no tienen ninguna duda de que la alicina es uno de los antioxidantes más poderosos, lo que significa afecta lo siguiente:
· Protección de las células de los radicales libres;
· Producción de colágeno;
· Reducción de procesos inflamatorios;
· Fortalecimiento de la inmunidad;
· Renovación de células de la retina;
· Regeneración de los tejidos afectados;
· Síntesis de hormonas sexuales.
Todos estos procesos ocurren más activamente en el cuerpo de una persona dormida.
Es cierto que hay un problema: la alicina se forma solo por la destrucción mecánica de las células del ajo y, como saben, es en esa forma donde es más olorosa.
Pero si la salud es lo primero, puedes perforar los dientes con un tenedor o una aguja y colocarlos en una bolsita. Hago bolsitas con naranja, lavanda y menta: son armoniosas, agradablemente fragantes, sombrean y amortiguan lo que proviene del ajo.
Por lo tanto, al ocultar una bolsa de lino con tal relleno debajo de la almohada, puede dormir no solo con beneficio, sino también con comodidad y placer.
En conclusión, podemos decir que en los viejos tiempos, colocando el ajo debajo de la almohada, nuestros antepasados hicieron lo correcto, aunque no estaban al tanto de todo tan científicamente como nosotros hoy. Pero sabían que el ajo hace a una persona más saludable.