Los científicos han creado un hongo biónico que genera electricidad
A pesar de todo, los científicos continúan su investigación en varias direcciones. Por ejemplo, los científicos estadounidenses llevaron a cabo un experimento extremadamente curioso y transformaron un champiñón común en un generador de corriente eléctrica, y ahora les diré cómo lo hicieron.
Este asombroso experimento se realizó en el Stevens Institute of Technology. Los ingenieros tienen cianobacterias impresas en 3D que producen cianobacterias en forma de hongo.
Al mismo tiempo, para recolectar la electricidad generada, se utilizaron electrodos hechos de nanocintas de grafeno.
Los científicos publicaron los resultados de su trabajo en el portal Nano Letters.
Entonces Manu Mannur (coautor del estudio) explicó que lograron combinar cianobacterias (que capaz de generar electricidad en condiciones normales) con elementos a nanoescala que recogen Actual. Y así crearon un sistema biónico único.
Que han hecho los científicos
El propósito del experimento fue averiguar si sería posible implementar el control sobre la producción y recolección electricidad de bacterias, así como establecer cuánto tiempo durará dicho sistema y cómo hacerlo tanto como sea posible eficaz.
El hongo más común, el champiñón, fue elegido como fuente de alimento para las bacterias.
Entonces se descubrió que las cianobacterias en la superficie del hongo vivieron con éxito durante un par de días.
Además, durante el experimento, se encontró que el hongo se convirtió en un excelente alimento para las bacterias, y esto permitió generar mucha más electricidad de la que generarían las bacterias si se cultivaran en silicio sustrato.
Pero generación tras generación, ¿y cómo recolectar la corriente?
Los científicos han descubierto esta forma: utilizando una impresora 3D con una mano electrónica, se imprimieron nanocintas de grafeno, que luego se transfirieron con éxito al propio hongo.
Estas cintas comenzaron a desempeñar el papel de nano-sondas, con la ayuda de las cuales fue posible obtener acceso a bioelectrones.
Además, también se aplicó un patrón en espiral hecho de tinta biológica con cianobacterias a la cabeza del hongo. Por lo tanto, las intersecciones creadas permitieron que los electrones se movieran de bacterias a nanocintas.
Conclusión
Este experimento, único en su tipo, puede revolucionar el mundo de la energía, pero hasta ahora la corriente generada es insignificante. Pero los científicos están llenos de entusiasmo y están experimentando activamente con la esperanza de obtener mucha más corriente con la ayuda de un hongo biónico.
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