La exposición a la radiación puede promover la autocuración de algunos metales.
Todo el mundo sabe que la radiación tiene un efecto devastador en diversos materiales y objetos.
La radiación fue beneficiosa
Sin embargo, el equipo de investigación del Instituto de Tecnología de Massachusetts se sorprendió enormemente cuando durante el próximo una serie de experimentos encontró que la radiación realmente ayuda a algunos materiales autorreparación. Extendiendo así su vida útil.
Como saben, la radiación directamente en los reactores nucleares es un acelerador del proceso de corrosión de casi todos los materiales. Y esto conduce a un fallo acelerado de las unidades principales de la instalación.
Imagínense la sorpresa de los científicos cuando, durante el experimento, se encontró que en el estudio de ciertas aleaciones de níquel y cromo, la radiación, por el contrario, hacía que los metales fueran más resistentes a la corrosión.
La investigación se ha centrado en ciertos tipos de reactores que utilizan sales fundidas de sodio, potasio y litio como refrigerante.
Esta aleación caliente tiene un efecto devastador sobre las aleaciones metálicas con las que tiene contacto directo.
Pero se descubrió que si el material se irradiaba con radiación de un acelerador de protones, la sal fundida tardaba el doble de tiempo en formarse la corrosión.
El experimento se realizó varias decenas de veces y en cada una de ellas el resultado fue exactamente el mismo.
Utilizando microscopía electrónica de transmisión, los ingenieros pudieron ver qué le sucede a la aleación cuando entra en contacto con una solución salina a 650 grados Celsius.
Se descubrió que la radiación crea numerosos defectos microscópicos en la superficie del metal, lo que permite que los átomos de la aleación se muevan más fácilmente.
Esto significa que ellos (los átomos) pueden llenar rápidamente los defectos formados por la sal cáustica. En términos generales, la radiación da a la aleación la capacidad de autorepararse.
¿Qué da este descubrimiento?
El fenómeno descubierto permitirá calcular con mayor precisión el tiempo de sustitución de determinadas centrales eléctricas, reactores existentes y realizar cálculos más precisos de futuras centrales eléctricas.
El grupo científico publicó el resultado de sus experimentos en las páginas de la revista Nature Communications.
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