Maceta doble para Orquídeas. ¿Por qué lo recomiendo a todos y lo considero mejor para una flor?
Hace unos años, admiraba las orquídeas exclusivamente del exterior, sin atreverme a cultivarlas en casa.
Mis experimentos pasados con el cultivo de orquídeas terminaron en un fracaso, la flor simplemente desapareció, a pesar del riego y la alimentación regulares.
En uno de los foros, leí el consejo de cultivar una orquídea en una maceta doble, y ahora creo que esta es la mejor solución para una flor tan caprichosa. Cual es el secreto Te lo comparto en este artículo.
¿Qué es realmente una maceta para una orquídea?
Al elegir una maceta para plantas de interior, muchos de mis amigos se guían exclusivamente por consideraciones estéticas. El momento es ciertamente importante, pero está lejos de ser el principal.
Una hermosa maceta no contribuye al correcto crecimiento de la orquídea y ciertamente no protege a la planta de la muerte.
Los principales requisitos para elegir una maceta de orquídeas deben ser:
1. Tener suficientes orificios de drenaje para que las raíces respiren.
2. Color. Es mejor elegir una maceta doble transparente para que pueda controlar cómodamente la dosis de riego.
3. Elija la capacidad de acuerdo con el tamaño del sistema raíz.
Para crear aireación (respiración) de las raíces, puede usar drenaje adicional en forma de su propio agujeros hechos, pero lo más conveniente es comprar una maceta de orquídeas doble, donde se proporciona todo esto inicialmente.
Por qué recomiendo maceta de orquídeas de doble fondo
Después de muchos experimentos, he llegado a la conclusión de que lo que se necesita para cultivar una orquídea es una maceta doble. ¿Por qué recomiendo esta opción? Es simple:
· La capacidad de regar la planta con regularidad;
· No es necesario replantar con frecuencia;
· Facilitar el proceso de trasplante;
· Uso de riego de fondo eficaz, que previene la humedad excesiva, como resultado, la pudrición de la raíz.
Una maceta doble para una orquídea cuesta un poco más por lo general, lo que se compensa completamente por la facilidad de uso, así como por los resultados del cultivo.
Fue en esta maceta donde logré cultivar mi primera orquídea perfecta. En el espacio confinado entre la primera y la segunda maceta, el agua prácticamente no se evapora, lo que excluye el riego frecuente, por lo tanto, reduce el riesgo de desarrollar hongos en las raíces de la orquídea.
La pudrición y los hongos son las causas más comunes de muerte de esta planta. Además de todas las otras ventajas, quiero señalar que las macetas dobles se ven inusuales y atractivas.