Los científicos han observado por primera vez en la historia cómo reaccionan las células vivas a un campo electromagnético.
Uno de los sextos sentidos más llamativos entre los animales es la capacidad de detectar y navegar campos magnéticos en el espacio (magnetorrecepción).
Hasta ahora, los científicos no han podido explicar cómo funciona este fenómeno, pero los científicos japoneses han logrado dar un paso más para solucionarlo. Por primera vez en la historia, lograron observar cómo reaccionan las células vivas a los campos magnéticos.
Orientación por el campo magnético: el gran acertijo que decidieron resolver
Se sabe que algunos animales como pájaros, murciélagos, anguilas, ballenas y, según algunos estudios, incluso los humanos, están perfectamente orientados de una manera especial, sintiendo el campo magnético terrestre. No se conoce completamente cómo funciona este mecanismo, pero hay una gran cantidad de hipótesis muy diferentes.
Entonces, según la versión más común, se trata de reacciones químicas especiales que se inducen en las células debido al llamado mecanismo de par de radicales.
En pocas palabras, si algunas moléculas pueden ser excitadas por la acción de la luz, entonces los electrones podrán moverse activamente entre las moléculas. En este caso, se pueden formar pares de moléculas con un electrón en cada una. Este par se llama radial.
Entonces, si los electrones en tales pares tienen los mismos estados de espín, entonces entrarán en reacciones químicas lentamente. Si están en diferentes direcciones, las reacciones procederán mucho más rápido.
Entonces, la idea es que, dado que los campos electromagnéticos pueden afectar los estados de giro electrones en moléculas, también son capaces de provocar reacciones químicas que cambian el comportamiento animales.
Progreso experimental y resultados sorprendentes
Basándose en esta teoría, los científicos japoneses de la Universidad de Tokio decidieron investigar las células HeLa (células de uso común para experimentos de laboratorio). Se tomó la decisión de centrarse en las moléculas celulares falvin, que emiten fluorescencia con luz azul.
Entonces, el grupo científico procedió a irradiar las células seleccionadas con luz azul para iniciar el proceso de fluorescencia, y luego fueron expuestas a un campo magnético con un intervalo de 4 segundos. Además, tan pronto como el campo magnético ejerció un efecto sobre las células, la intensidad de la radiación de las células disminuyó en aproximadamente un 3,5%.
A partir de los resultados obtenidos, los científicos concluyeron que el proceso de oscurecimiento indica el proceso del mecanismo del par de radicales. Por lo tanto, el campo magnético afecta a una gran cantidad de pares de radicales, lo que fuerza a los electrones adquieren los mismos estados de giro y, por lo tanto, los excluyen del proceso químico, reduciendo así resplandor.
Al mismo tiempo, la fuerza del campo magnético era comparable en fuerza a la fuerza del imán, que usualmente colgamos en los refrigeradores. Por supuesto, el campo magnético de la Tierra es significativamente menor que el utilizado en el experimento, pero qué paradójico suena. Los científicos creen que los imanes mucho más débiles pueden facilitar el cambio de los estados de espín de los electrones en radicales parejas.
Para confirmar este hecho, los científicos realizarán una nueva serie de experimentos y los ingenieros compartieron los resultados de este experimento en las páginas de la revista. procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias.
Si le gustó el material, levante el pulgar y suscríbase. ¡Gracias por su atención!