Te cuento por qué no aconsejo regar las semillas después de sembrar.
Desde que nuestra familia se convirtió en propietaria de un área suburbana, yo me he convertido en un verdadero jardinero. Al comprar varias semillas con confianza, imaginé lo pronto que todos estarían felices con la cosecha de mis camas.
Qué sorpresa fue cuando vi que los brotes de mi vecino eran "puntiagudos" con fuerza y mayor, y en ese momento solo se abrían paso brotes únicos. En busca de consejo, tuve que recurrir a los "gurús" de la jardinería vecinos.
¿Qué le sucede al suelo después de regar?
El suelo, que se riega abundantemente, suele tener una costra cuando se expone al aire y al calor. Se convierte en una especie de "capullo" que no permite que las plantas respiren libremente y evita que suban. Además, la humedad compacta el suelo, el suelo seco y suelto comienza a combarse. Junto con la tierra, las semillas también van a la profundidad.
Sin embargo, una de las reglas para una correcta siembra es que la profundidad de siembra no debe exceder de 2 a 4 tamaños de semilla. Regando las semillas de inmediato, violé gravemente esta regla y condené a muerte mi futura cosecha. Los brotes simplemente no encontraron la fuerza para superar la gran profundidad y romper la corteza. Y si las fuerzas lo fueran, entonces en copias individuales.
Cómo regar, para no dañar.
Después de todas las explicaciones, tenía una pregunta: cómo humectar adecuadamente el suelo, porque para un crecimiento completo, la humedad es vital para las plantas. Aprendí que se debe regar antes de plantar.
El suelo seco preparado se riega abundantemente con agua tibia, después de lo cual se vuelve más denso y está listo para aceptar nuevas semillas. Si el riego se realizó con agua demasiado caliente (agua hirviendo), entonces es necesario esperar al menos 1 hora antes de plantar.
A veces tuve incidentes, a veces me olvidé de regar el suelo primero. En este caso, se recomendó rociar el suelo con una botella rociadora. Este método será lo más suave posible, no hará que el suelo sea más pesado y proporcionará la humedad necesaria a las semillas.
Si es necesario un riego adicional (clima cálido, suelo demasiado seco), se deben seguir las siguientes reglas:
Use agua tibia del grifo o agua de un pozo para que se asiente a temperatura ambiente.
El suelo debe rociarse con cuidado para no dañar o dañar los brotes jóvenes,
Observe la moderación: una falta de humedad es mejor que un exceso.
Las reglas son bastante fáciles, lo principal a recordar es que al regar las semillas inmediatamente después de la siembra, por nuestras propias acciones las dejamos sin fuerzas para crecer, apisonándolas en el suelo. Ahora los nuevos cultivos me traen solo emociones positivas sin remordimiento.