Por qué la humanidad aún no ha creado un ascensor orbital
Ahora, la industria espacial se está desarrollando a un ritmo increíble y cada año se entregan en órbita cientos de toneladas de cargas útiles. Todo el trabajo de entrega se realiza mediante vehículos de lanzamiento, pero parece que un ascensor espacial podría reducir significativamente el costo de entrega de la carga. Entonces, ¿por qué no ha habido intentos de construirlo hasta ahora?
Consideraciones teóricas sobre la eficiencia del ascensor espacial
Según cálculos teóricos, el uso de un ascensor espacial reducirá el costo de lanzamiento de carga a la órbita de nuestro planetas alrededor de 20 veces, pero todavía usamos cohetes y, además, estamos desarrollando aún más poderosos Lanzamiento de vehículos.
En 1895, el gran científico ruso Konstantin Tsiolkovsky, mirando la Torre Eiffel, imaginó cómo (la torre) se extiende hasta el espacio.
El sueño del científico fue el primer paso teórico hacia un ascensor espacial. Entonces, según Tsiolkovsky, tal estructura sería capaz de entregar no solo carga, sino también a una persona directamente a la órbita geoestacionaria. Es a esta altitud que los satélites pueden sincronizar sus órbitas con la rotación de la Tierra.
Esta órbita comienza a una altitud de 35.786 km sobre el nivel del mar. Además, al levantar cargas a una altura tan significativa, adquirirían tal horizontal velocidad de la rotación directa de la Tierra, que podría utilizarse fácilmente para entrar en el trabajo orbita.
Como resultado, el ascensor espacial podría convertirse en la forma más barata y rápida de entregar carga a la órbita terrestre baja. Entonces, de acuerdo con los cálculos teóricos de algunos científicos, un ascensor espacial en funcionamiento permitiría reducir el costo de entregar un kilogramo de carga útil a la órbita de $ 20,000 a $ 100 Dólares estadounidenses. Y esto, por un minuto, es una disminución de 20 veces.
Diseño de ascensores espaciales y problemas irresolubles en su creación
El ascensor espacial, en la visión clásica de los teóricos, se realiza a partir de un cable que conecta un ancla en la Tierra y un contrapeso ubicado en una órbita geoestacionaria.
Es a lo largo de este cable donde se deben subir y bajar las cargas. Y es él quien es la piedra angular de toda la estructura, que hasta ahora nadie ha logrado crear, a pesar de las declaraciones de algunos entusiastas de que lo han logrado.
Para hacer una cuerda de este tipo, se necesitan materiales muy fuertes y al mismo tiempo livianos con una elasticidad especial.
La resistencia del cable es necesaria para resistir la influencia de la fuerza centrífuga, que aumenta con la distancia a la superficie de la Tierra. Y la ligereza especial reducirá el efecto de la gravedad sobre la estabilidad de toda la estructura.
Por el momento, el material más adecuado para crear un cable son los nanotubos de carbono. Pero no fue posible crear un cable largo con dicho material. Pero permítanme recordarles que el cable debe extenderse hasta la instalación ubicada a una altitud de 36.000 km de la superficie terrestre.
Entonces, hasta que se cree un material de este tipo que combine simultáneamente fuerza, elasticidad y la capacidad de formar no importa cuánto tiempo duren los productos, el ascensor espacial seguirá siendo una quimera de la humanidad, y continuaremos lanzando cohetes a espacio.
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