¿Qué hojas escojo de los tomates para que los arbustos se vuelvan más saludables y las frutas más grandes?
He cultivado tomates durante muchos años. Durante este tiempo, logré estudiar las peculiaridades de la cultura y adquirir secretos útiles que me ayudan a lograr una cosecha generosa y sabrosa.
Uno de ellos es la eliminación de hojas de un arbusto. Más adelante se discutirá cómo y cuándo hacerlo correctamente.
Los beneficios de eliminar las hojas.
Existe un debate constante sobre la conveniencia de eliminar el follaje del tomate. Los jardineros novatos refutan esta necesidad, y los más experimentados practican, entendiendo el propósito de esta acción.
La eliminación correcta y oportuna de las hojas de tomate es útil por las siguientes razones:
1. Los frutos tienen más acceso a la luz solar. En ausencia de suficiente iluminación, no pueden desarrollarse completamente. Por lo general, estos arbustos se caracterizan por tomates pequeños, de bajo rendimiento e insípidos;
2. La planta gasta más energía para cultivar y madurar frutos. El exceso de masa verde quita mucha nutrición y humedad, que el sistema de raíces extrae del suelo;
3. Se mejora la circulación del aire. La humedad se estanca en las densas ramas verdes durante mucho tiempo, por lo que comienzan a desarrollarse bacterias y enfermedades. Un entorno así provoca a menudo el desarrollo de phytophthora;
4. Los tomates sobrecargados de follaje, cuando se riegan o llueve mucho, a menudo se inclinan hacia el suelo, ensuciándose y contribuyendo a la pudrición de la fruta.
Que hojas quitar
Primero que nada, recojo las hojas amarillentas, manchadas y secas. Quitan energía adicional al arbusto y pueden ser un semillero de plagas.
En cuanto a la masa total, elimino las hojas inferiores, así como las que engrosan el arbusto en cualquier parte del mismo. Las hojas que crecen del cepillo también son indeseables.
Si todos los tomates ya se han atado, es mejor quitarlos. Como resultado, los tomates recibirán más nutrición y crecerán más grandes y más hermosos.
Debemos actuar gradualmente. Es inaceptable quitar una gran cantidad de hojas a la vez. Esto es estresante para el arbusto, por lo que recomiendo quitar 2-3 piezas varias veces a la semana.
Hago esto por la mañana en un clima soleado y seco, porque las plantas necesitan tiempo para secar el daño resultante. Si el arbusto es grande y está creciendo de manera muy activa, me permito quitarle 5-6 hojas a la vez, pero al mismo tiempo definitivamente sigo su reacción.
Empiezo a quitar las hojas cuando se ha formado el ovario. En esta etapa, puede ver claramente en qué parte del arbusto debe hacerse primero.
Gracias a acciones tan simples, logro mejorar significativamente los indicadores cuantitativos y de sabor del cultivo.